martes, 2 de diciembre de 2008

Presentaciones en la FIL

A continuación les dejo una breve reseña sobre el nuevo número de la revista "La cabeza del moro". (El presente texto fue leído en la presentación de la revista, en el marco de la Feria Internacinal del Libro de Guadalajara, (FIL 2008).


“El rostro multifacético y polifónico de Witold Gombrowicz
en la anatomía literaria de La cabeza del moro”



Desde su génesis la cabeza del moro se ha distinguido y caracterizado por ser una publicación que va directa a los órganos sensoriales (o cuando menos esa fue la experiencia que me tocó vivir al ojearla en una presentación realizada precisamente en esta ciudad). La cabeza del moro como Gombrowicz pertenecen a diversas entidades racionales y geográficas, en su caso nace en Zacatecas, crece en México, hasta llegar a ser una digna representación de lo que actualmente se gesta en la literatura contemporánea de nuestro país en otras naciones de Latinoamérica, gracias a diversas presentaciones que ha tenido en el extranjero. Situándose al lado de las revistas más importantes de artes gráficas y literatura entre las que destacan: Luvina, Tierra adentro, Reverso, Alforja, Replicante y Ventana interior entre otras. Su metabolismo como asimilación no ha sido fácil me imagino yo, como toda revista de literatura que busca un sitio estable dentro de las letras, en un país que por mucho, no es de lectores.
La testa en su cerebro posee una estructura de unidad temática de fondo y forma con diversos torrentes sanguíneos de autores que mediante la pluma hacen detonar las neuronas forjando hilos conductores que van de Gombrowicz a Borges hasta llegar a Joyce pero no sin antes pasar por Peter Pan y su dudosa sexualidad. Ratificando o corroborando una vez más con este número que nos convoca, la calidad en su contexto o contenido y corroborando su más cercana consolidación como una de las revistas más interesantes en su género.
La testa en el número décimo tercero abre sus fauces hacia la mirada, con ilustraciones de obras plásticas abstractas y conceptuales a bandeja de papel para nuestros voyeuristas ojos, realizadas por el artista Rafael Ordoñez.
A manera de iniciación verbal y como primera incisión ritual de la lectura, Rosa Navarro inicia la medula del moro con un ensayo sobre el Mito de Don Juan, en dicho texto hace referencias y comparaciones analíticas con un hachazo de semejanzas y similitudes entre el mito de el burlador de Sevilla y el mito griego del troyano Eneas, y el como Don Juan encarnó al eterno seductor tras un cúmulo de conquistas y abandonos, donde de manera indirecta Eneas fungió como maestro. Donde nos hace pensar que para profesar el oficio de Don Juan en nuestros tiempos se tienen que tomar en cuenta varias consideraciones y ciertas circunstancias como el de pagar el precio de la muerte.
Guillermo Piro en otro ensayo titulado “Guillermo hotel” nos invita a ser huéspedes de diversos fragmentos de anécdotas relevantes y sumamente curiosas relacionadas con la literatura universal entre las que destacan acontecimientos concatenados con: Byron, Joyce, Dante, Flaubert, Borges, Villon, Faulkner y una maquina de hacer poemas. Y Donde sobresalen las anécdotas de Joyce y de Dante, al comentar que el primero no se cambiaba los calcetines durante el lapso de tres días y el segundo, contradictoria e irónicamente sus cenizas no han reposado, mucho menos conocido el aposento del paraíso.
En su trayecto La testa del moro reposa brevemente en un texto logrado a manera de cadáver exquisito que tiene por nombre “Una mujer hecha de verde” rememorando los ejercicios de escritura automática de manera colectiva que realizaban los surrealista franceses.
Noe Morales por su parte nos introduce en un mordaz e interesante ensayo que aborda las imágenes del francés Baudrillard en contraposición con las del italiano Veronese en “Dramatizar la imagen”.
Luis Felipe Lomelí en “Ernesto al amanecer” nos narra un cuento con una atmósfera sarcástica de ingenioso humor negro con tintes de nostalgia sobre las peripecias del mundo literario juvenil en el que la poesía es el medio y herramienta para ligar, conquistar o cortejar a una extranjera.
Pero el gusto no cesa, y la mandíbula persiste más abierta que nunca, al afianzarse más adelante con los textos que contiene el Dossier: “Artífice del exilio” dedicado a manera de homenaje al gran escritor polaco-argentino Witold Gombrowicz con textos a manera de relatos unos, y otros ensayos, realizados por Alonso, Toriz, Aguillon-Mata, Velázquez, Gómez, Espinoza Cisneros y Machado. Acompañados de ilustraciones realizadas por el artista zacatecano Villa Cortés.
El dossier abre en primera fila con un ensayo el cual nos da un breve recorrido de manera general por las andanzas de Gombrowicz durante su estadía en argentina, (cabe recordar que el autor que nos compete en 1939 tenía 35 años cuando lo invitan al país sudamericano junto con otros escritores y unos días después en Europa inicia la segunda guerra mundial haciendo un viaje que sería de 15 días por dos décadas y media en dicho país. ¡Señores, a eso le llamo un exilio improvisado!
Rafael Toriz continúa nuestra travesía en un ensayo titulado Che Witoldo, el cual en su contexto desmitifica diversas concepciones y mitos que giran alrededor de la vida y obra de Gombrowicz de una manera fresca, desenfadada pero sobretodo lúdica.
Juan Carlos Gómez en “Sinceramente artificial” nos habla de lo que señalaba y resumía, muy bien Octavio Paz cito: hay dos tipos de locura, una por falta de razón y otra por exceso de ella, Gombrowicz a mi parecer tenía la segunda. Ya que ese tipo de locura: es una virtud que muy pocos iluminados pueden alcanzar o tienen acceso a ella. Gombrowicz no cabe dentro de los cánones éticos, morales o culturales de lo bueno o lo malo sino en lo que está más allá de la creación que es el genio, cosa que hace difícil creer que hasta estos momentos sea para muchos todavía un perfecto desconocido, siendo no del gusto de muchos. Gombrowicz creo una ruptura y fue el creador del desencanto en lo literario y lo cultural.

“Los Gombrowicz suelen ser personas muy extrañas” es un ejercicio elocuente y humorístico a manera de relato, que adopta y recrea el estilo, los modales y situaciones a manera de parodia sobre el libro “Diario” del escritor homenajeado que nos corresponde y ocupa, realizado por el escritor venezolano Nervison Machado.
El cual le pasa la estafeta a Omar Espinoza en “Escribir sin más y a pesar de todo” que nos habla de Witold el agudo insatisfecho del teatro y el circo de la literatura, el maduro e inmaduro, el trasgresor literal de poetas, escritores, y artistas que termino siendo como ellos, incluso siendo nominado en 1936 al Nobel, donde bien escribe Espinoza: su escritura es el lejano eco de un yo que vuelve. Un residuo de su insatisfacción de ser. Y el cual aterriza la idea de sus pensamientos en las siguientes e interesantes preguntas: el poeta, el artista, el escritor y el pensador ¿persiguen algo en su vida? ¿Son perseguidos? y ¿Qué demonios los acechan?
Aguillón-Mata en su ensayo “Los miedos” realiza de manera paralela o en dos tiempos y estancias, una comparación de los gremios literarios y sus jerarquías a los cuales tanto criticaba el autor que nos ocupa, Dicha comparación convoca a las estirpes, castas de los perros (a los cuales Aguillón confiesa abiertamente tener fobia, cuando menos en el texto lo señala) y realiza una similitud entre estos con algunos autores importantes, otorgándole a Gombrowicz las características de la raza pastor alemán, y a Borges la de san bernardo. Yo aquí que bajo estás suposiciones nosotros no llegaríamos a ser ni chihuahueños mucho menos mini Toys (y conste que hablo por mi como culto de placer).
Por último y para cerrar con diente de oro tenemos los apuntes de Carlos Velásquez y sus “Apuntes para una nueva teoría del exilio” en correspondencia con los “Apuntes para una teoría del expulsado” donde como bien señala en el título Velásquez se enfoca y deshilvana la circunstancia y consecuencias del exilio y del concepto de “expulsado” desde diversas perspectivas, al mencionar que “todo emprendimiento literario es una invectiva del exilio”. Basta recordar lo que señalaba Octavio Paz en su ensayo “El arco y la lira” al comentar que el poeta es cada vez más un exiliado de la sociedad y donde cada día se auto exilia más.
Para finalizar, la revista termina la presente edición con la cabeza cubista de un moro, un moro que esperemos siga con su lúcido y perspicaz humor negro de variadas voces frescas de nuestra literatura y rescatando a autores de gran importancia que han contribuido a la literatura universal y que muchos de ellos permanecen aún no tan difundidos como es el caso de Gombrowicz o el ganador del premio novel del presente año, el francés Le Clézio. Para terminar me despido con la presente frase que gritara y caracterizaba a el “El excéntrico, desmesurado e in marginal Gombrowicz en su despedida de la Argentina, ya sobre el barco “¡Maten a Borges!”, pero no matemos en el olvido al inmaduro Witold. Esperemos que a La cabeza del moro nunca le falte oxigeno y una excelente literatura que podamos con gula digerir por mucho tiempo. Gracias.

Hugo Plascencia

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